A modo de experiencia personal, hago la reflexión sobre un tema muy delicado, la Muerte, así simple, directa, como el Arcano XIII, como Hades cuando sale del infierno y rapta a Persefone, así tan simple como vivir, podemos predecirla? y si a través del Tarot o una Carta natal la presentimos tenemos el derecho o deber de manifestarlo?
Tema difícil , acabo de vivirlo en mí, y luego de esta experiencia, puedo sentir que es un tema absolutamente delicado. Revisando la revolución solar de mi hija, sentí que mi muerte estaba muy cerca, lo sentí de tal manera, que la viví, arreglé todo, y me resigné, pensé bueno es lo que toca, viví mi propia despedida, estaba convencida de ello, tanto que no quería compartirlo con ningún astrólogo amigo, porque sentía que era cierto y no había nada que hacer.
Entonces, inesperadamente la vida me regaló un momento de intimidad con un profesional en astrología, cuyo conocimiento respeto, así de repente, y entonces abrí mi corazón y permití que me diera su visión de lo que para mi era la realidad total y a través de su interpretación logré captar sutilezas que a mi por ser la parte involucrada se me pasaron por alto.
y entonces que aprendí? uno que si estoy directamente afectada por una visión necesito compartirlo, desde luego con profesionales a los que admire, y dos que no puedo ofrecer certezas sobre temas en los cuales mis emociones estén profundamente involucradas.
Sobre todas las cosas, aprendí a tener humildad, compasión y mucho pero mucho respeto a las predicciones que hacemos, porque podemos influenciar a nuestro consultante y no somos dioses.
El Arcano XIII también lo vivimos como una muerte en vida, una transformación, un dolor en el camino de nuestra vida, que no tenemos más alternativa que aceptar, no podemos evadirlo, no puedo ocultarme de él, y entonces qué debo hacer cuando aparece en mi vida, tantas veces que aparece en nuestra vida, aprender y seguir por siempre seguir, intentar por un día a la vez vivir aceptar con tranquilidad mi vida comprender que antes o después tengo que despedirme, que aparecerán en mi vida situaciones dolorosas que me conmuevan, que me duelan y que como nos enseña el diez de espadas, luego del fondo está de nuevo el sol que brilla. Que una sonrisa, un abrazo, un te quiero, un te perdono, un me perdono son valiosos, necesarios, y que la vida terminará cuando toque como decían en mi pueblo, nunca antes, nunca después.